Este año, las diversas industrias, entre ellas la del autotransporte, vivieron un 2021 atípico sobre todo por los problemas en la cadena de abastecimiento de materiales y componentes. Kenworth Mexicana prevé hacer un cierre muy fuerte tanto en ventas, producción y entregas; y para el 2022, su objetivo en planta es incrementar la capacidad de su esquema de robotización, tanto de pintura como de armado de cabinas, y busca aumentar las ventas de su camión chato KW 55, recientemente lanzado al mercado.
Luis Fernando Reyes, Director Comercial de Kenworth Mexicana, compartió con Nación Transporte la estrategia que adoptó esta compañía armadora frente a los estragos que causó el COVID-19 en la economía global, específicamente en las cadenas de abastecimiento y de suministro.
En el Foro Nacional del Transporte de Mercancías 2021, organizado por la Asociación Nacional del Transporte Privado (ANTP) 21a edición “Transformación Digital en la Logística y el Transporte de Carga”, Luis Fernando Reyes aseguró que su compañía tendrá un cierre de año muy fuerte debido a que en octubre tuvo un crecimiento en términos de ventas, producción y entregas, lo que generará un buen trimestre en cuanto a disponibilidad, y eso les va a ayudar a terminar con buenos números y de acuerdo con el plan establecido.
Sin embargo, reconoció que este ha sido un 2021 difícil por la falta de envíos de algunos materiales, lo que ha retrasado las entregas y la fabricación de algunos camiones. Frente a este panorama, indicó que su equipo de ventas ha estado en constante comunicación con los clientes para sensibilizarlos sobre la situación.
Respecto a si la cadena de abasto es la que más se ha visto afectada, Luis Fernando Reyes expresó: “Todo se traduce en el impacto del COVID-19, no solamente en el problema de la planeación del abastecimiento de los micro componentes, que ya lo estudiamos, sino también en falta de resinas, plásticos, hay componentes como neumáticos o rines que se hacen en Asia y el COVID-19 ha cerrado fronteras y eso ha generado baches en disponibilidad de material. Todo lo que se fabrica en Asia ha ´pegado´ mucho, además de los micro componentes, inclusive en lo automotriz ligero”.
Para revertir esto, indicó que su estrategia comercial fue revisar todos los días con los proveedores el plan de abastecimiento diseñado para, a su vez, como corporativo tratar de “cuadrar” y sincronizar su programa de producción y toda su cadena con las posibilidades de entrega para evitar que los camiones pudieran tener algún faltante. Aun así, informó que el impacto negativo en la demanda total en fabricantes como Kenworth Mexicana fue del 20%, ya que señaló que pudieran haber vendido 20% más de no ser por dichos retrasos.
El ejecutivo aseguró que pese a todo eso, su cadena de abastecimiento está sana financieramente hablando, prueba de ello, dijo, es la inversión que realizan año con año, y además los concesionarios han invertido en las reubicaciones de sus tiendas, inclusive en abrir nuevas sucursales, por lo que se mantienen cerca de sus clientes y con un negocio rentable, y a Kenworth Mexicana le ha permitido incrementar la capacidad de soporte.
Para el 2022, esta firma tiene planeado seguir con las renovaciones en planta, entre ellas incrementar la capacidad de todo el esquema de robotización, tanto de pintura como de armado de cabinas. Con las inversiones que Paccar va a realizar en Mexicali le va a permitir a Kenworth Mexicana trabajar con la disponibilidad de producto.
“Estamos cerrando el año en 63 unidades por día, estamos ligeramente abajo como cerramos el 2019, pero pudiéramos haber hecho más, tenemos capacidad para 90 unidades por día y pedidos. Ha sido un tema de no poner a correr la cadena, si no tengo los materiales”, explicó Luis Fernando Reyes.
Recientemente, la compañía lanzó al mercado su camión chato KW 55, que complementa su oferta comercial junto con la unidad KW 370 en el segmento de distribución, donde la configuración del camión chato tiene lo necesario para circular por las grandes ciudades o para los repartos de última milla en fraccionamientos. Para el siguiente año, prevén vender entre 400 y 500 unidades del chato KW55.
“La Clase 7 es poco representativa en términos de volumen, nuestro fuerte está en Clase 8 y ahí estamos buscando seguir creciendo en tractos, recuperar un poquito lo que nos hemos quedado en camiones con esos productos nuevos, y estimo que podríamos andar en alrededor del 36% del total del mercado”, apuntó.
El Director Comercial de Kenworth Mexicana señaló que en algún momento tuvieron retrasos en entregas de algunos componentes, no necesariamente electrónicos, debido a que estaba cerrado en Asia, sin embargo, aseguró que actualmente ya se regularizó esa situación y ya tienen su cadena de surtido en San Luis Potosí y no presentan ningún problema en los centros de distribución de Estados Unidos.
Este año, Kenworth Mexicana tiene previsto tener un crecimiento muy parejo al del 2020, y para 2022 confía en lograr un incremento de entre un 8 y 10%, considerando la situación actual.