
Porsche amplía la gama del Macan Electric con la nueva versión GTS, especialmente deportiva y orientada al conductor. Con una potencia overboost de hasta 571 HP (420 kW), un bloqueo del diferencial trasero controlado electrónicamente y una suspensión neumática deportiva que rebaja la altura de la carrocería, el Macan GTS establece nuevos estándares en cuanto a agilidad y dinámica de conducción. Fiel a la tradición GTS, la quinta variante del Macan totalmente eléctrico destaca por su estilo distintivo y sus numerosos detalles en color negro, tanto en el interior como en el exterior.
GTS, tres letras que tienen una reputación especial para los amantes de Porsche desde el 904 Carrera GTS de 1963. Hoy, el Macan 100 % eléctrico adopta estas tres emblemáticas letras por primera vez. La última incorporación a la gama ofrece una dinámica de conducción y unas prestaciones excepcionales: acelera de 0 a 100 km/h en 3.8 segundos, de 0 a 200 km/h en 13.3 segundos y alcanza una velocidad máxima (limitada) de 250 km/h.
Al igual que el Macan Turbo, el Macan GTS se beneficia del motor eléctrico trasero más potente de la familia Macan. La unidad de potencia, que mide 230 milímetros de diámetro y tiene una longitud de 210 mm, cuenta con un inversor de pulsos de carburo de silicio (SiC) de 900 amperios altamente eficiente. En la versión GTS, rinde 516 HP (380 kW), que aumentan a 571 HP (420 kW) de potencia overboost en combinación con el Launch Control.
El propulsor entrega un par máximo de 955 Nm. Como en el Macan Turbo, la transmisión, que ofrece una relación de 9.0:1, está especialmente diseñada para soportar el enorme par de los modelos de altas prestaciones. El Macan GTS ofrece una autonomía combinada (WLTP) de hasta 586 kilómetros. En una estación de carga rápida adecuada, la batería de alto voltaje de 100 kWh se puede cargar del 10 al 80 % en solo 21 minutos, con una potencia máxima de 270 kW.
El paquete Sport Chrono viene de serie y se ha ampliado para incluir el modo Track, ya conocido del Taycan, que prepara el vehículo para una conducción altamente deportiva. Este modo aumenta el nivel de refrigeración de la batería, minimizando la pérdida de potencia causada por la acumulación de calor, lo que se traduce en una mejora notable del rendimiento cuando se pisa el acelerador a fondo de forma continuada.