Para hacer llegar a los consumidores los productos de marcas icónicas como Sabritas, Gamesa o Quaker, PepsiCo México opera más de 18 mil rutas a lo largo del país. Dichas rutas parten de alguna de las 15 plantas de la compañía en México hacia los cerca de 300 centros de distribución desde los que se coordinan los envíos.
Los centros de distribución (Cedis) son el corazón de la cadena de suministro porque en estas instalaciones tiene lugar una etapa fundamental de la logística requerida para la entrega de productos. En los Cedis se realizan actividades de recepción, almacenamiento y preparación de pedidos para que los productos lleguen a todo México e incluso a algunas ciudades de Estados Unidos y Centroamérica. Asimismo, estas instalaciones son fuente de empleo para 33 mil 740 personas.
«En PepsiCo México tenemos una estrategia planificada de abastecimiento con la finalidad de hacer llegar los productos en tiempo y forma a nuestros socios de negocio y a nuestros clientes, basada a su vez en una cadena de suministro que abarca locales de autoservicio, puntos de venta de unos 70 clientes mayoristas y cerca de un millón de tiendas de barrio distribuidas en todo el país”, mencionó Salvador Rosas, director de Planificación de la Cadena de Suministro en PepsiCo México.
Otro eslabón relevante en la cadena de suministro son los «service mixing centers» (SMC), que atienden las necesidades de los Cedis. Por ejemplo, el SMC de Huejotzingo, Puebla, comenzó operaciones en 2021 y ha permitido incrementar la capacidad que se tenía en el sistema para las cuatro unidades de negocio de la compañía: Gamesa, Sabritas, Sonric’s y Quaker.
Esta instalación atiende las necesidades de 29 centros de distribución, así como de 15 centros de intercambio de producto para abastecer la región sur-sureste del país. Además es fuente de empleo directo para 310 personas, 50 % de ellas mujeres, con funciones en todos los niveles, desde cargos administrativos hasta montacarguistas, estibadoras o patineras.
En línea con la estrategia de digitalización de la empresa, el SMC en Obregón, Sonora, resuelve muchas de sus necesidades de manera automatizada: las actividades de acomodo y preparación de envíos en el almacén se realizan por medio de robots. Se trata de una instalación clave que se encarga de surtir al norte del país y a Ciudad de México, Guanajuato y Mérida, así como de la distribución de productos hacia Estados Unidos. “Anteriormente, los procesos de entrega de carga a un vendedor tardaban alrededor de cuatro horas, en promedio. Hoy esto se ha reducido a 15 minutos gracias a la adopción de tecnología”, añadió Salvador Rosas.