La base de las economías están en el autotransporte, una industria para la cual, los conductores son fundamentales. En México hacen falta más de 54 mil. Dentro de la población económicamente activa, hay un potencial de 34 mil personas que pueden convertirse en operadores profesionales. Para lograrlo es necesario mejorar las condiciones operativas de la profesión con un enfoque especial al mejoramiento de la infraestructura, los vehículos y el cuidado de las personas.
Así lo planteó José Refugio Muñoz López, vicepresidente ejecutivo de CANACAR, al participar en el 1erEncuentro Nacional de Escuelas Formadoras de Operadores del Autotransporte Federal de Carga, organizado por la Dirección General de Centros de Formación para el Trabajo y celebrado en el Instituto de Formación para el Trabajo del Estado de Jalisco (IDEFT).
Sobre el déficit, Muñoz López expuso con preocupación que, lo que antes era un oficio aspiracional, hoy se ha convertido en una actividad poco atractiva y de alto riesgo. “Ser operador se transmitía de padres a hijos. Hoy, la inseguridad, los malos tratos de los clientes y la falta de infraestructura son factores que desalientan que las personas quieran ser conductores de autotransporte”, apuntó el directivo.
En el marco de la nueva Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, Muñoz López apuntó que lo más importante no son las sanciones, sino la visión de que es posible la armonización de los factores y usuarios mediante un sistema. “El derecho constitucional a la movilidad y seguridad vial se puede lograr si mejoramos la infraestructura, los vehículos y la formación de los conductores”, dijo.
Afirmó que la cámara está en proceso de armonizar las leyes estatales con la general, con propuestas que lejos de repartir culpas, se enfocan en asumir responsabilidades. En infraestructura, indicó que es responsabilidad del gobierno garantizar la seguridad y los paradores seguros en las carreteras. Por lo que toca a los usuarios, deben ofrecer mejores espacios para que los conductores puedan esperar a cargar y descargar.
Los proveedores de vehículos nuevos también son parte de la ecuación. Los transportistas no pueden comprar más camiones si no cuentan con operadores. “Deben seguir participando en el equipamiento de los semilleros de conductores”, expresó. Finalmente, en materia de formación, el directivo habló de una evolución necesaria en el modelo de capacitación. “No solo se trata de enseñar técnicas de conducción; debemos centrarnos en la formación de mejores personas, con un enfoque en la responsabilidad, la conciencia y la salud”, dijo.
Estos son los factores que deben considerarse en la formación de nuevos conductores:
Crear mecanismos para la articulación entre el sector privado y las escuelas.
Fomentar la formación de formadores para la capacitación con enfoque de competencias laborales.
Generar un modelo de capacitación para la formación de mujeres operadoras.
Recalcar la educación con relación a la salud.
Involucrar a las familias como parte del proceso de formación.
Desarrollar los programas de capacitación considerando las nuevas tecnologías.
“Nuestra industria está hecha de personas, no solo de camiones. Contar con conductores profesionales y reconocidos nos beneficia a todos, el País será más competitivo y lograremos un sistema seguro de movilidad”, concluyó Muñoz López.