La industria automotriz ha mantenido algunos modelos tradicionales de fabricación durante décadas, sin embargo, el uso cada vez mayor de sistemas computarizados, los avances en tecnología de asistencia al conductor, e incluso los coches autónomos están marcando el nuevo rumbo del sector.
Hoy en día, las tecnologías digitales representan al menos el 50% del valor total de un vehículo. La integración de software y hardware ha aumentado no solo la funcionalidad de los autos, sino también su complejidad, lo que permite mejorar la operatividad de los interiores y aportar belleza al diseño.
Como ejemplo, las superficies retroiluminadas y las funciones táctiles son ahora pilares del diseño del tablero de instrumentos y de los recubrimientos de las puertas. Es así como los ingenieros han integrado superficies decorativas con elementos de luz ambiental, iluminación en los bordes y pantallas electrónicas que permitan a los usuarios ajustar los interruptores y sensores de todo, desde las ventanas hasta los sistemas estéreo y las temperaturas.
Al respecto, los conductores han encontrado en estos nuevos espacios una experiencia que complementa sus gustos estéticos, debido a que la misma cabina puede ser ampliamente personalizada con acabados de moda y un aspecto auténtico, por ejemplo, fibras de madera o estructuras tejidas similares a las telas.
Estos marcadores suponen tendencia en el mercado y un reto, tanto para los fabricantes de automóviles, como para los proveedores, dados los importantes recursos necesarios y la creciente necesidad de ofrecer dichos avances. Ahora cobra mucho sentido que los actores de la industria trabajen juntos en lugar de competir solos.
En dicho tenor, Covestro —compañía de producción de polímeros de alto rendimiento— busca alternativas en las soluciones convencionales que puedan brindar eficiencia y sustentabilidad, al tiempo de ofrecer nuevas opciones de diseño para los fabricantes de automóviles.
Entre sus desarrollos se encuentra un material de policarbonato específico que puede equilibrar la rigidez del vidrio y la flexibilidad del termoplástico, manteniendo el efecto de transparencia de la estructura, el cual ofrece no solo una coloración homogénea, numerosos tonos y grados de transparencia y translucidez, sino que su grosor optimizado reduce el peso, mejora el rendimiento, minimiza el consumo de componentes y contribuye a reducir los costos del sistema.
De esta forma Covestro continúa replanteando el futuro de la conducción moderna a medida que la revolución de la movilidad avanza, de la mano de una red global de socios en espera para guiarlos a lograr su próxima gran innovación en el interior de un automóvil.